Semana Santa Egabrense

Cabra es ciudad de Semana Santa. La importante realidad de sus veintisiete Cofradías, la Agrupación que las representa y coordina, el ambiente cofrade que se vive en toda la ciudad, son muestras de una fiesta de marcada relevancia que fue declarada de Interés Turístico Nacional en 1989. Sirvan estas notas para invitar a los lectores de La Chicotá a conocer la Semana Santa egabrense.
En cuanto a las imágenes que se procesionan, cabría destacar las más antiguas como la Virgen de la Soledad, el Cristo del Calvario, Jesús del Perdón, el Cristo del Socorro, la Virgen de la Esperanza, el Cristo de la Sangre, Jesús de la Columna o la Virgen del Socorro. Algunas de ellas están atribuidas a Pedro de Mena, José de Mora o Salcillo.
Imagen de la Semana Santa EgabrenseLas más recientes como el Misterio de la Oración en el Huerto, el Lavatorio, la Virgen del Rosario, la Virgen de la Paz o Jesús Resucitado, son también obras de destacados imagineros como Juan Manuel Miñarro, Manuel Escamilla o Martínez Cerrillo. Junto a estos nombres hay que destacar la labor de imagineros egabrenses como Salvador Guzmán, Campos Serrano o Antonio Albornoz, entre otros.Entre las piezas de orfebrería destaca la magnífica urna del Santo Sepulcro, que ha podido verse en la muestra de arte cofrade que se presentó en febrero pasado en la Diputación Provincial. Junto a ella hay destacadas piezas como palios, cruces de guía, respiraderos, candelabros o coronas, realizadas por orfebres como Manuel de los Rios, Villarreal, Díaz Roncero o hermanos Lama. Los bordados realizados por los antiguos talleres de los conventos de las Dominicas o de las Agustinas egabrenses, se complementan por otros de las Filipenses de Sevilla, las Clarisas de Alcaudete o los talleres de Cristino Lastres o Antonio Villar, entre otros.Durante siete intensos días las calles de Cabra se llenan de esplendor y emoción, en los que las Cofradías salen en estación de penitencia, contando con la masiva participación de un pueblo volcado con su Semana Santa.
  • - El Domingo de Ramos, por la mañana, la iglesia del convento de Monjas Agustinas Recoletas, abre sus puertas para asistir a la procesión de las Palmas que acompaña al paso de la "Pollinita", numerosos niños vestidos de hebreos inician sus primeros pasos cofrades. Por la tarde la Parroquia de la Asunción, entre el esbelto campanario y por una calle Mayor llena de la historia de Cabra, abre paso a la Cofradía del Huerto que procesiona el Misterio de la Sagrada Oración del Señor, a la que siguen el Misterio de la Cofradía del Lavatorio de Jesús a sus discípulos y el palio de la Virgen de la Misericordia con San Juan Evangelista que sale desde la Iglesia de la Soledad.
  • - El Lunes Santo la Cofradía del Calvario procesiona desde la Parroquia de los Remedios, frente a la plaza del Instituto Aguilar y Eslava, el Misterio del Cristo del Calvario con la Virgen de la Concepción a sus pues y el palo de la Virgen del Rosario, en una simbiosis de armonía y belleza que es esperada por todo el Pueblo. Desde la Parroquia de la Asunción, templo cofrade por excelencia, la noche acogerá el sonido de los tambores "enlutaos" que acompañan al Cristo de la Sangre en un Via-Crucis penitencial que transcurre por las calles del antiguo y singular Barrio del Cerro, acompañado por las notas de la Capilla de Música sacra egabrense.
  • - La noche del Martes Santo, se procesiona una cofradía genuina de barrio como es la del Cristo de la Sentencia y Nuestra Señora de la Paz. Salen los pasos de la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo en la populosa barriada de la Virgen de la Sierra y numerosos egabrenses se trasladan a las calles del barrio para presenciar la procesión.En la tarde del Miércoles Santo, la plaza del antiguo Convento Dominico, recibe la majestad del Señor de las Necesidades, una de las grandes devociones egabrenses, cuyo paso es una verdadera obra de arte, con cuatro arcángeles pasionistas, atribuidos por algunos a La Roldana. Tras El Señor de las Necesidades, sale desde la iglesia de las Madres Escolapias, la Virgen del Buen Fin de la Cofradía de los Estudiantes, última de las cofradías fundadas en Cabra.
  • - Ya en la madrugada del Jueves Santo y desde el Colegio de la Fundación Termens, regido por las Hijas de la Caridad, se inicia el Via-Crucis de la Cofradía del Cristo de la Expiración, entre el recogimiento de sus numerosos hermanos y devotos. En la mañana del Jueves Santo se procesiona la imagen de la Virgen de la Piedad. Su cofradía inicia el recorrido entre las palmeras y el antiguo Castillo de la Villa Vieja, en la que se encuentra la parroquia de la Asunción. Esta dolorosa fue traída por las Carmelitas Descalzas para la fundación de su convento.En la tarde, se inician las procesiones con la Archicofradía de la Vera Cruz, decana de las hermandades egabrenses y una de las más antiguas de toda Andalucía. Al paso de la Cruz sigue la Virgen de los Remedios, con su majestuoso manto de cola bordado en oro. Le sigue Jesús Preso, que fuera conocido durante años como el Señor de las Multitudes por la masiva concurrencia que lo acompañaba. Judíos, añafiles, estandartes y capuchones se unen al cortejo y participan en el desfile previo a la procesión que convoca a los egabrenses para participar en la misma. También sale esta noche la cofradía de Jesús amarrado a la Columna, en un misterio atribuido a Salcillo y con una destacada presencia en la Semana Santa de Cabra. Cierra la tarde del Jueves Santo el palio de la Virgen de la Esperanza que sale desde Santo Domingo y que con su belleza, irradia las calles de Cabra de fervor y devoción.
  • - A la una de la madrugada del Viernes Santo las puertas de Santo Domingo se abren para presenciar la salida de la Cofradía del Silencio. El Crucificado del Socorro, cuya devoción es también destacada, recorre la Ciudad entre el rezo del Via-Crucis y el silencio y la sobriedad que destacan en su estación penitencial, acompañada de numerosos alumbrantes y devotos. Los capuchones llevan cruces de penitencia y cadenas, que junto a las negras túnicas de cola, imprimen un sello característico a esta cofradía.A las seis de la mañana, todavía con las sombras de la noche, se inicia la procesión de Jesús de la Humildad y Paciencia. La imagen representa el momento de la espera del Señor antes de la cruxifición y los numerosos capuchones van rezando el Via.Crucis al que siguen unos antiguos y tradicionales motetes que son interpretados al final de cada estación.Pocas horas más tarde el pueblo vuelve a congregarse ante la Parroquia de la Asunción para ver salir al Nazareno, a la Virgen del Mayor Dolor y a la Virgen del Rocío. La riqueza de la túnica del Señor, bordada en oro y la Cruz de Plata que lleva sobre sus hombros se unen a los diferentes estilos de las dos imágenes de la Virgen que lo acompañan.
    La noche del Viernes Santo se llena de luto para presenciar el paso de tres cofradías de gran solera y brillantez. El paso de la Virgen de las Angustias con el Cristo Yacente es uno de los máximos exponentes del taller granadino de José de Mora. Su Cofradía, primitiva Casa de los Siervos de María, que reside en el Monasterio de Agustinas Recoletas, es acompañada por un tramo de hermanas con mantilla, así como por soldados romanos que escoltan el trono. El Santo Entierro de Cristo es procesionado por la Hermandad del mismo nombre a la que se fusionó hace años el Imperio Romano. La urna del Santo Sepulcro es una joya de la orfebrería egabrense, de estilo renacentista, cuya tapa contiene relieves de escenas de la Pasión y un templete con la Virgen Dolorosa que remata Jesús Resucitado. En las esquinas cuatro pináculos de plata y oro, que fue ejecutado por el platero Bernabé de Oviedo en 1752. Cierra el cortejo la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, cuya titular se procesiona en un artístico palio y con bordados de singular interés. Apenas se asiste a la presencia de la Virgen de los Dolores en la Carrera Oficial cuando desde el Convento de las Agustinas sale la Cofradía del Cristo del Perdón, cuya hermandad rinde culto a un Nazareno de las Recoletas y realizan la estación de penitencia rezando el Via-Crucis en un magnífico paso dorado y al que acompaña una decuria de Romanos de la propia Cofradía.
  • - La mañana del Sábado Santo aglutina las devociones de paisanos y extraños, dándose cita los más afamados cantaores de Andalucía para cantar saetas a la Virgen de la Soledad y Quinta Angustia, bellísima imagen atribuida a Pedro de Mena. Desde las diez y media de la mañana, la Virgen sale de su Iglesia, luciendo un precioso manto bordado por las Agustinas Recoletas egabrenses hace más de un siglo. La gran afluencia de personas acompaña en todo el recorrido a esta imagen, la más venerada de cuántas se procesionan en la Semana Santa de Cabra. Cierra la noche del Sábado Santo el palio de Nuestra Señora del Socorro, imagen granadina con la singularidad de representar una iconografía bastante rara, al estar vestida como sacerdotisa. El palio y manto están profusamente bordados. El cielo se inunda con las muchas saetas y la gente acompaña hasta el final a esta cofradía, cuya recogida en la Asunción es el broche de la Semana de Pasión egabrense.
    Virgen de la Soledad
  • - La procesión del Resucitado, explosión festiva de la Pascua de Resurección en Cabra, constituye una de las más coloristas expresiones de la celebración pascual. Tras la Santa Misa de Pascua, todas las cofradías egabrenses participan en la procesión con sus respectivas túnicas, enseres, banderas y estandartes. La Agrupación General de Cofradías, desde su fundación en 1944, se encarga de esta procesión, que despide una Semana Santa llena de intensas vivencias cofrades e indescriptibles momentos de fervor y devoción populares.
Una Semana Santa que merece ser conocida y en la que todo el Pueblo de Cabra se vuelca, participando masivamente y convirtiendo a la Ciudad en templo abierto, para conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección.

Fuente: Ayuntamiento de Cabra - www.cabra.es

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